En una extensa entrevista con Revista Vértices, Pablo Sargentoni, presidente del Concejo Deliberante de Las Varillas, analiza los primeros 500 días de gestión vecinalista. Desde políticas habitacionales que desafían la lógica de mercado hasta una defensa activa del rol del Estado local en salud y servicios, Sargentoni ofrece una radiografía cruda y comprometida del presente político. Con voz serena pero decidida, plantea cómo seguir en medio del ajuste, la ausencia del gobierno nacional y la contradicción de una ciudadanía atrapada entre discursos de eficiencia estatal y demandas urgentes.
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Redacción
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Fuente: Foto FM Identidad
El presente y los límites de la gestión local
“Siempre mi objetivo fue consolidar políticas públicas. Tratar de llegar a generar los consensos necesarios”. Con esa frase, Pablo Sargentoni resume una convicción que atraviesa su recorrido en el Concejo Deliberante, tanto como opositor en gestiones anteriores como hoy desde la presidencia. En este tramo de la entrevista, el referente del frente vecinal varillense plantea que los desafíos de gobernar una ciudad intermedia como Las Varillas son cada vez más grandes, especialmente cuando “el Estado nacional se borra” y la obra pública queda detenida por falta de recursos.
Con tono reflexivo, explica que los avances no son menores: “Anoche aprobamos el aval de un crédito para electrificar un loteo municipal. Hablamos de bancos de tierra con 180 lotes en una ciudad que no llega a 20 mil habitantes”. Estas acciones, remarca, son políticas públicas concretas que responden a necesidades estructurales: “Hoy sería imposible para un trabajador comprar un lote con servicios bajo la lógica del mercado”.
En ese marco, destaca el impacto de iniciativas como el programa legislativo de participación de adultos mayores, que derivó en una ordenanza para asistencia en refacciones de viviendas. “Los jubilados propusieron, nosotros legislamos y el municipio implementó. Ese circuito de participación es clave”, resume.
Sargentoni no evita la mención de los tiempos de mayor articulación con Nación. “Con el programa Argentina Hace pudimos hacer obras, viviendas, accesos, una plaza nueva. Hoy no tenemos nada de eso”, lamenta. “El Estado nacional no tiene injerencia, la obra pública está frenada, y sin Nación ni Provincia, los municipios quedan atados de pies y manos”.
Los nuevos protagonistas y una agenda alternativa
Uno de los logros más importantes de la actual gestión, según Sargentoni, es haber incorporado lógicas de justicia social en el acceso a la tierra. Los bancos de tierra, explica, priorizaron a familias jóvenes, personas con discapacidad, y quienes estaban inscriptos en planes municipales de vivienda sin tener terreno propio. “La composición familiar cambió. Hoy hay muchos jóvenes que buscan independizarse. Dejamos cupos también para ellos”, detalla.
La iniciativa, aclara, se articula con la Dirección de Acción Social y apunta a evitar la especulación: “Pusimos años mínimos de residencia para evitar que vengan desarrollistas o gente de afuera a anotarse para hacer negocio”. También diferencia las lógicas entre el Estado y las cooperativas: “Nosotros ponemos condiciones para garantizar que sea única vivienda. Las cooperativas trabajan desde otro lugar, el del socio”.
La política habitacional, dice, se complementa con las gestiones para escriturar loteos sociales: “Una escritura no solo es un derecho. Es la llave para pedir un crédito o invertir. Es ciudadanía”. Reconoce que se avanzó mucho gracias a la coordinación con la Provincia, pero también critica lo que dejaron las gestiones nacionales pasadas: “Se construyeron 20 viviendas del Plan Argentina Hace, nos quedaron 20 más pendientes. Cuando cambió el gobierno, eso se frenó”.
En su visión, los nuevos protagonistas son también los propios vecinos organizados, la cooperativa eléctrica, las ONG como Cáritas que impulsaron experiencias de autoconstrucción y hasta iniciativas de economía social. “Pero sin el Estado municipal como garante, nada de eso se sostiene. El privado no viene a hacer pavimento o cordón cuneta, viene a hacer negocio. Y cuando no lo logra, desaparece”, sentencia.
¿Cómo seguir? Estado presente, valores claros y una contradicción que duele
En el último tramo de la charla, Sargentoni se permite una reflexión más política y existencial: “Estamos tratando de sobrevivir con estas políticas locales y provinciales, en un marco donde el Estado nacional es totalmente ausente”. Reconoce una contradicción profunda: “La gente reclama un Estado presente, pero a veces vota propuestas que lo reducen o lo vacían. Y cuando se cae, vuelve a pedirlo”.
Defiende con firmeza la necesidad de construir un Estado eficiente, comprometido y cercano, pero advierte que “se han vendido muchas banderas por unos puntos menos de inflación”. Recuerda, además, el ajuste realizado en la gestión local: “Reducimos las dietas, los sueldos políticos, todo para sostener la salud pública. Es nuestro mayor déficit pero no lo podemos abandonar”.
Al ser consultado sobre una posible candidatura a diputado, es claro: “Hay una incoherencia enorme. Córdoba quiere mostrarse como un Estado eficiente, pero sus diputados votan leyes que destruyen lo que acá se defiende. Necesitamos representación nacional que articule con lo local y no que viva en otra realidad”.
Sargentoni concluye sin eslóganes. “Estamos en una ambivalencia constante, pero con un rumbo. Sabemos que sin tierra no hay vivienda, sin obra pública no hay ciudad, y sin Estado no hay derechos. Por eso seguimos”.
Fuente: Entrevista realizada por Revista Vértices, junio de 2025.
Fuente: Foto Partido solidario Córdoba
Fuente: Foto Noticias Las Varillas
La Municipalidad de Monte Maíz concretó una gestión largamente esperada: 23 familias de la localidad recibieron los títulos de propiedad de sus viviendas, en un acto encabezado por el intendente Luis Trotte, junto a representantes del Gobierno de Córdoba.
El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) publicó en el Boletín Oficial del 12 de diciembre de 2024 la Resolución N.º 2867/2024, que modifica los requisitos mínimos de conformación de las cooperativas de trabajo y de provisión de servicios para productores rurales.
Desde ahora, todas las cooperativas deberán contar con un mínimo de seis (6) asociados, eliminando la posibilidad de operar con tres miembros y órganos unipersonales, tal como permitía la Resolución N.º 1000/2021.
Desde una comuna de 4.500 habitantes en el sur santafesino, el jefe comunal y farmacéutico Gonzalo Goyechea impulsa una gestión pública marcada por el cooperativismo, la eficiencia estatal y la justicia tributaria. Bajo su conducción, María Teresa se transformó en un ejemplo de política territorial que combina producción social, participación ciudadana y arraigo rural.