😲 La inseguridad alimentaria en Córdoba frente a los datos de marzo 2025
Mientras la inflación parece haberse estabilizado según los datos oficiales, el acceso a la alimentación básica en Córdoba se agrava. Un nuevo informe del IETSE del Centro de Almacenero y Autoservicios de Córdoba expone con crudeza que más de la mitad de las familias no logra cubrir la Canasta Básica Alimentaria. La pobreza, en clave de múltiples dimensiones, avanza silenciosa.
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Editorial
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Fuente: Foto de la Nueva Mañana
La inflación de marzo 2025 en Córdoba fue del 2,7%. A primera vista, este dato —registrado por el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) del Centro de Almaceneros y Autoservicios de Córdoba— podría interpretarse como un síntoma de cierta estabilización económica. Sin embargo, apenas se raspa la superficie de los números, aparece otro país: uno donde el 58% de las familias no pudo acceder plenamente a los alimentos básicos durante el mes.
Una inflación contenida que no alcanza
El informe del IETSE señala que la inflación acumulada en lo que va del año ya asciende a 7,8%, mientras que la interanual trepó al 57,6%. La proyección para todo 2025 se ubica en un 35%, un punto por encima de lo previsto en febrero. Aunque el rubro “Educación” lideró las subas con un 6,5%, el aumento del 3,3% en “Alimentos y Bebidas sin Alcohol” —el de mayor incidencia— es el que golpea directamente a la mesa familiar.
Canastas que no alcanzan
Durante marzo, la Canasta Básica Total (CBT) —que marca la línea de pobreza— alcanzó un valor de $1.374.360 para una familia tipo. En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina la línea de indigencia, se fijó en $744.131. Ambos valores fueron calculados por el IETSE a partir de su propia metodología de relevamiento, en base a 2.500 encuestas domiciliarias en la provincia de Córdoba y siguiendo criterios del INDEC para la región pampeana.
Más de la mitad no pudo comer lo necesario
El dato más alarmante del relevamiento realizado por el IETSE es que el 58% de los hogares encuestados no logró cubrir la Canasta Básica Alimentaria en marzo. La mayoría de las familias cordobesas atraviesa un contexto de inseguridad alimentaria estructural, que no depende únicamente del precio de los alimentos, sino de un combo de factores: caída del poder adquisitivo, eliminación de subsidios, suba de alquileres y desempleo.
El Estado como sostén principal
Entre quienes sí lograron acceder a la totalidad de los alimentos básicos, el 73% lo hizo gracias a la asistencia estatal (AUH o Tarjeta Alimentar), según el relevamiento del IETSE. Solo el 27% pudo sostener su alimentación con recursos propios. Esto revela un dato insoslayable: sin política social activa, el sistema alimentario familiar colapsa.
La palabra que vuelve: Inseguridad Alimentaria
El informe del IETSE incluye una encuesta de seguridad alimentaria que interpela directamente al cuerpo social. Los resultados son demoledores: El 10,3% de los hogares declaró que al menos un integrante comió solo una vez al día o directamente no comió. El 17,7% tuvo que hacer algo que prefería no hacer (como pedir dinero o comida) para alimentarse. El 19% se quedó sin alimentos. El 29,7% sintió hambre y no pudo comer. Y el 48,7% tuvo que suprimir alguna ingesta diaria: desayuno, almuerzo, merienda o cena.
Todos estos indicadores fueron obtenidos por el IETSE en base a entrevistas personales con jefas y jefes de hogar de toda la provincia de Córdoba.
Alimentarse con crédito
Uno de los datos más contundentes del informe del IETSE es que el 85,5% de las familias debió financiar la compra de alimentos durante marzo: el 43,5% lo hizo con tarjeta de crédito, el 37,8% al fiado, y el 6,2% con dinero prestado. El endeudamiento para poder comer se volvió una práctica extendida y normalizada.
Un cierre con urgencia
El informe del IETSE concluye con una advertencia: si bien el gobierno nacional logró una “amesetamiento” de la inflación, ahora se impone actuar con la misma determinación frente al deterioro social. “Será fundamental que se enfrente con mayor urgencia a estas problemáticas desde una perspectiva integral, considerando no solo los aspectos económicos, sino también los sociales y humanos”.
De esta manera, Córdoba, marzo de 2025, nos deja una enseñanza dura: no alcanza con contener los precios, si la gente no puede comer. La pobreza, hoy, tiene cuerpo, voz, y hambre.
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