UTN Villa María: más de 10.000 certificados en oficios y una red de graduados que impulsan la economía regional
Gaspar Cena, decano de la UTN Villa María, defiende una universidad pública que forme para el trabajo, impulse la economía circular y acompañe la transición energética con tecnología aplicada.
Autor
Redacción
Compartir:
Foto: Gentileza de la U.T.N. F.R.V.M.
Escuela de Oficios: saber hacer, sin requisitos de base
Desde 2010, la Facultad Regional Villa María de la UTN dicta cursos de formación práctica sin necesidad de títulos previos. Refrigeración, electricidad, soldadura, gas, mecánica, entre otros, se ofrecen desde la Secretaría de Extensión como herramientas concretas para el trabajo.
“Nosotros tenemos una escuela de oficio que tiene que ver con capacitaciones no formales (...), la persona sale sabiendo hacer algo”, explicó Cena.
Los cursos combinan contenidos técnicos esenciales, como higiene y seguridad, con una fuerte orientación al “saber hacer”. El decano menciona como ejemplo el curso de aire acondicionado: “Desarman el aire acondicionado completo y lo vuelven a armar. Y así con cada una de las capacitaciones.”
Esta lógica formativa ya se replicó en Ballesteros y Bell Ville, articulando con municipios, centros de formación y empresas privadas. “Ese modelo es fácilmente replicable para nosotros en la región.”
Graduados que impulsan la economía real
Los egresados de la UTN no solo se incorporan a empresas; muchos de ellos ya están en posiciones clave dentro de plantas industriales, desarrollando energía limpia y generando valor agregado. En sectores como el bioetanol, el biodiésel y el biogás, los vínculos con la facultad se mantienen activos.
“Tenemos muchísimos profesionales trabajando en las plantas de bioetanol de Acabío”, destaca Cena.
Además, la facultad se apoya en esta red para facilitar nuevas iniciativas empresariales: “Cuando surge algún proyecto que necesita acompañamiento, sabemos quiénes son los graduados que están trabajando en esos temas.”
Economía circular: cuando el desecho vale energía
Un caso paradigmático de articulación entre universidad, industria y financiamiento internacional fue la empresa Prodeman (RN158 Km 230,5, X5809 Gral. Cabrera, Córdoba) productora del Mani king. Empresa de maní confitería que, junto con la UTN, logró convertir el desecho de cáscara en energía térmica, reutilizando residuos antes enterrados.
“Lo que era en un principio un desperdicio, con aplicación tecnológica y con un crédito internacional, se reutiliza.”
La iniciativa implicó el diseño de una caldera que alimenta una turbina con las cáscaras. El resultado: autoabastecimiento energético e inyección de excedente a la red. “Fuimos a defender el proyecto a Buenos Aires con parte del equipo técnico de la Facultad”, recuerda el decano.
Energía distribuida y tokenización: el futuro ya está en marcha
La UTN también participa de proyectos innovadores de energía limpia y distribuida, como el que desarrolla Mundo Maipú con apoyo de EPEC y tecnología blockchain. La experiencia consiste en generar energía solar, registrarla digitalmente y asignarla a usuarios mediante “tokens” de propiedad, generación y reducción de huella de carbono.
“Cada kilowatt que Mundo Maipú genera se registra en el blockchain (...), la blockchain vendría a ser como el escribano entre Mundo Maipú y EPEC.”
El sistema permite que los usuarios compartan o vendan excedentes de energía generada en sus hogares. “Vos se lo podrías dar a alguien, a un amigo, a un vecino”, explica Cena. Este modelo redefine el rol del usuario: de consumidor pasivo a generador activo.
Inteligencia artificial y automatización: producción sin fronteras
Otra alianza estratégica de la UTN es con la empresa Porta Hnos., líder en producción de alcohol. La facultad contribuyó en el desarrollo de un sistema de automatización y control remoto de plantas industriales, aplicando inteligencia artificial para mejorar el proceso productivo.
“Con inteligencia artificial (...) te va sugiriendo cosas para que vos llegues a la mejor calidad de alcohol a las 60 horas.”
Además, las plantas de Porta pueden ser operadas remotamente desde Córdoba, lo que reduce la necesidad de mano de obra especializada en cada lugar de instalación. “Hoy Porta tiene plantas en Santiago del Estero, en Salta, y está instalando en Paraguay y Bolivia.”
Una universidad que piensa en comunidad y en territorio
Gaspar Cena no duda al definir los desafíos actuales: generar trabajo, impulsar la economía circular, formar para la producción y democratizar la energía.
“Hoy tenemos el conocimiento y la mano de obra para enfrentar los desafíos de la economía circular. Lo que falta es más flexibilidad para discutir quién es el dueño de la generación energética.”
El modelo que impulsa la UTN Villa María pone en tensión la lógica centralizada y propone una universidad pública integrada con la realidad, que construye futuro desde abajo, con oficios, conocimiento, tecnología y comunidad.
Fuente: Entrevista a Gaspar Cena, decano de la UTN Facultad Regional Villa María (2025) durante el mes de mayo con Revista Vértices y pagina oficial de la UTN Facultad Regional Villa María.
Fuente: Foto de la página oficial de la U.T.N. F.R.V.M.
Fuente: Foto de la página oficial de la U.T.N. F.R.V.M.
En medio de un escenario político y social de alta combustión, el Movimiento de Participación Estudiantil (MPE) reunió a referentes, graduadxs, docentes y autoridades de todo el país en la Universidad Nacional de San Luis. El encuentro reafirmó el compromiso con la defensa de la universidad pública, la formación política y la construcción colectiva de un movimiento estudiantil con horizonte nacional y popular.
En diálogo exclusivo con Revista Vértices, el decano de la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional, Gaspar Cena, analiza con claridad y compromiso el rol de la educación tecnológica frente al ajuste, la pérdida de programas científicos y el futuro del trabajo. Con una mirada de gestión y territorio, advierte: “La universidad tiene mucho que aportar en la transferencia tecnológica, pero hay que pensar estratégicamente las organizaciones, no en el corto plazo, sino a 15 o 20 años”.
La comunidad educativa del Campo La Emilia, en Villa Nueva, organiza una gran venta de pizzas listas para hornear con el objetivo de recaudar fondos. La iniciativa es impulsada por la Comisión Cooperadora de la Escuela Rural “Lorenzo Suárez de Figueroa”, en apoyo directo a las y los estudiantes.