Gaspar Cena: la innovación productiva no es un lujo, es una urgencia para la región
En diálogo exclusivo con Revista Vértices, el decano de la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional, Gaspar Cena, analiza con claridad y compromiso el rol de la educación tecnológica frente al ajuste, la pérdida de programas científicos y el futuro del trabajo. Con una mirada de gestión y territorio, advierte: “La universidad tiene mucho que aportar en la transferencia tecnológica, pero hay que pensar estratégicamente las organizaciones, no en el corto plazo, sino a 15 o 20 años”.
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Redacción
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Educación tecnológica y soberanía informativa
Para Cena, hay una deuda estructural que condiciona el presente y el futuro digital del país. Lo dice sin rodeos: “Argentina tiene una ley de protección de datos personales, pero no se cumple”. Y precisa el estándar que marca esa norma: “Cuando vos almacenás información de ciudadanos de Argentina… esos servidores tienen que estar en Argentina… no puede estar en Amazon, ni en Google”.
El problema no es solo regulatorio. También es cultural y pedagógico. “Falta educación tecnológica mucha, que ahí nosotros creo que podamos aportar también”, subraya. La UTN Villa María, de hecho, “está por lanzar una capacitación para adultos mayores” orientada a prevenir estafas y fortalecer la alfabetización digital, porque “lo que antes conocíamos como cuento del tío… hoy se hace mucho más simple a través de una llamada de WhatsApp o un link”.
Para dimensionar el riesgo, Cena aporta un caso reciente: “Publicó una consola en Marketplace… le mandaron un taxi… cuando la consola estuvo arriba del taxi le ‘mandaron’ un comprobante… y hasta le pidieron que transfiera $50.000 para ‘destrabar’ la operación”. El diagnóstico: “Es por desconocimiento… lo recomendable es usar plataformas que aseguren la compra/venta o hacerlo mano a mano”.
En síntesis, soberanía informativa y educación digital caminan juntas: cumplimiento efectivo de la ley local de datos, servidores en territorio nacional y formación masiva para usuarios, con la UTN como actor pedagógico clave.
La innovación como futuro común
La tesis de Cena es nítida: la innovación no es un lujo, es una necesidad productiva y social. “La universidad tiene mucho que aportar en la transferencia tecnológica, sobre todo desde el punto de vista estratégico”, afirma, y propone “pensar las organizaciones no en el corto plazo, sino a 15 o 20 años”.
Esa visión larga se vuelve concreta en tres líneas de acción:
Energía y trazabilidad. Junto a EPEC y empresas de la región, la facultad impulsa generación y consumo distribuidos: “Estamos trabajando en la tokenización de la energía… cada kilowatt se registra en la blockchain, que actúa como tercero de confianza”. El objetivo: que quien genere pueda autoconsumir, vender o transferir excedentes. “Estamos yendo hacia una generación y consumo distribuido”, resume.
Economía circular aplicada. Donde antes había residuos, hoy hay valor: “Lo que era un desperdicio (la cáscara de maní) se transformó en fuente de energía… con una caldera que mueve una turbina y genera electricidad”. Ese esquema —autoconsumo + inyección a red— “ya funciona y mostró resiliencia en cortes”.
IA y automatización en procesos reales. Con Porta, “aplicamos inteligencia artificial en el proceso de generación de alcohol… va midiendo variables y te propone correcciones para llegar a la mejor calidad en 60 horas”. Resultado: operación remota desde Córdoba y menor necesidad de mano de obra hiper-calificada en planta, sin resignar estándares.
Todo converge en una afirmación programática:“Hoy tenés la mano de obra y el conocimiento… lo que falta es flexibilidad y decisión”. En el ecosistema regional —municipios, cooperativas, pymes industriales y agroindustriales— la UTN Villa María se ofrece como motor de diseño estratégico, transferencia y formación, articulando escuela de oficios, tecnicaturas y proyectos de I+D con salida productiva inmediata.
La brújula, insiste Cena, está en la cooperación territorial y la mirada de largo plazo: innovar para incluir, competir y sostener el desarrollo local.
En medio de un escenario político y social de alta combustión, el Movimiento de Participación Estudiantil (MPE) reunió a referentes, graduadxs, docentes y autoridades de todo el país en la Universidad Nacional de San Luis. El encuentro reafirmó el compromiso con la defensa de la universidad pública, la formación política y la construcción colectiva de un movimiento estudiantil con horizonte nacional y popular.
La comunidad educativa del Campo La Emilia, en Villa Nueva, organiza una gran venta de pizzas listas para hornear con el objetivo de recaudar fondos. La iniciativa es impulsada por la Comisión Cooperadora de la Escuela Rural “Lorenzo Suárez de Figueroa”, en apoyo directo a las y los estudiantes.
La asamblea interclaustro realizada en la Universidad Nacional de Villa María marcó un hito en la defensa de la educación pública frente al ajuste. Estudiantes, docentes, no docentes, sindicatos y organizaciones sociales confluyeron en una marcha multitudinaria que reafirmó la importancia de la comunidad organizada y la participación ciudadana como motores de resistencia y construcción colectiva.