Crisis en el laboratorio cordobesista ¿Schiaretti sigue presidenciable? ¿Fin del Plan V?

La derrota del cordobesismo en las elecciones del 26 de octubre expuso el modelo político que durante años sostuvo la centralidad del poder provincial y su influencia en Villa María. La irrupción libertaria y la desarticulación del peronismo local aceleraron una crisis analítica que atraviesa tanto al schiarettismo como al accastellismo. Sin capacidad de autocrítica ni nuevos códigos de lectura social, el justicialismo dominante enfrenta una fragmentación interna que redefine liderazgos, alianzas y estrategias de cara al 2027. Mediante el desafío de recomponer el vínculo con la ciudadanía con la entrega de viviendas pero aún no puede urbanizar su rol en el territorio con varias necesidades ideológicas del peronismo local y valorativas de una ciudadanía cada vez más exigente.

Fuente: Foto Alfil

 

El 26 de octubre la oleada de votos libertarios terminó de erosionar a las fuerzas del centro a nivel país con 9.341.789 votos con sede en la rosca interna del cordobesismo tras la derrota de su principal candidato. Tal proceso es por la falta de comprender las nuevas representaciones analíticas de la sociedad cordobesa, entre ella la polarización agudizando otras demográficas como la del peronismo dominante local. En específico su línea ortodoxa más predominante que no logró articular una indumentaria orgánica en toda la clase dirigente del peronismo villamariense pero tampoco aliados logrando el fracaso de sus clasificaciones del mundo político y social. 

 

Es decir, la facción local más potente y conservadora al proceso de socialización que propone la dirección hegemónica de E. Accastello no logró imponer su contrato táctico para pavimentar un camino a una precandidatura a la intendencia de cara a las previsibilidades del 2027. Bloqueando toda una agenda de movilización simbólica y material tras sufrir el revés de perder la ciudad, el departamento y de exponer a la actual legisladora V. Navarro.

 

Esto no quiere decir que la candidata local sea la responsable, todo lo contrario: aquí la responsabilidad política recae en Juan Schiaretti con 549.839 votantes (obteniendo menos votos en el distrito cuando fue candidato a presidente capitalizando 667.447 voluntades). No pudo frente al ignoto candidato liberatiro que cosechó 822.240 votos con un contexto más que favorable.

 

El ahora diputado nacional electo devenido con su nueva sociedad estratégica con el gobernador M. Llaryora, juntos tienen que mediar con una superpoblación de dirigentes de cara al 2027; la principal anotada es la heterodoxa Natalia De La Sota con 169.971 electores como piso. En efecto, dichos grupo de agentes de renovación dirigencial con propias agenda para imponer sus visiones (ortodoxia central), pre-visiones (ortodoxia periférica) y di-visiones (heterodoxias) internas o externas del mundo político.

 

Sin embargo, por las discursividades luego de los resultados parecieran seguir subestimando la realidad política y continuar con los insumos de campaña en pleno periodo post-electoral. La autocrítica dentro de la plataforma de Provincia Unidas (PU) en sus versiones ortodoxas como el neo-schiaretismo y el nuevo accastelismo parecen estar ausentes. Específico el último tras la presentación del segundo informe de gestión más allá de la parcialidad de bajar impuesto, nuevamente reformar el organigrama, reflotar los varios frentes de obras entre ella la circunvalación y darle vida a los esqueletos del PROCREAR. 

 

Es vital para pensar las transformaciones ciudadanas la autocrítica desde la acción colectiva, comenzando con enunciarlo para poder ingresar por lo menos a la introducción del desbloqueo de la crisis analítica. No se trata en plena campaña electoral de reapropiarse del concepto de acción colectiva para mostrar cercanía o caridad electoral en pos del marketing. La real acción colectiva comienza en democratizar el asunto de porqué se perdió las elecciones, de lo contrario privatizar el análisis no es sólo no animarse sino creerse propietario de una idea objetiva -de origen sociocomunitario- como es el proceso villamariense de 1999. 

 

Por más que la política liberal en los últimos siglo reflejó que ciertos momentos históricos tienen patente no es así, la política tiene más de los 400 años que el liberalismo y sus resultados son puramente orgánicos, públicos y genuinamente dinámicos.

 

El origen de la crisis analítica del poder local

 

Es así como el actual orden político cordobés y villamariense luego de la aplastante derrota se muestra acompañando el nuevo ritual de la gobernabilidad por única opción, ya no funciona la orquesta de rumor del “Nuevo Duhalde” para J. Schiaretti. Ni la insensibilidad del Presidente por parte del Intendente, ahora ambos para su reproducción social e institucional en busqueda de su estabilidad estratégica necesitan continuar con dos años de negociaciones con la nueva etapa mileista por una realidad de complejidades econónomicas, parlamentarias y electorales.

 

Estan aguda y densa la realidad que el actual aparato analítico no les perminte los recursos para colectivizar la evaluación, todo lo contrario hay tiempo para discutir la política desde la periodicidad de sus proveedores informativos, privatizar el debate de un movimiento masivo como el peronismo en un circuito hegemónico local de origen comunitario y perfil contrahegemónico durante la primera década.

 

Se agrava la situación en la cotidianidad por la expresión y dispersión del habitus de quienes ejecutan políticas públicas en sintonía con los relatos dominantes por momentos. Es decir, gran mayoría del staff dirigencial formó sus disposiciones al calor de la expansión de políticas públicas en el contexto de batalla cultural de CFK y de un motor del viejo accastelismo en plena unidad de acción y concepción junto a M. Gill y N. Bedano. 

 

La estrategia municipalista a mi parecer dejó todo y creo que entendió que podría haber ganado la elección con varias ventajas, entre ellas teniendo al 4 veces intendente a su favor en lo indirecto y al 3 veces gobernador en lo directo de la plataforma. El teatro de operaciones la ortodoxia del peronismo dominante contaba con centro de abastecimiento más competitivo en el sistema de juego pero tuvo una respuesta por las afectividades que operan en la vida cotidiana mediante la polarización nacional, visibilizando la falta de previsibilidad analítica por repetir errores del 2017 y 2021. 

 

Entre ellos algunos factores que continúan siendo su instrumentalización: apostar a los focus groups en vez de sentarse cara a cara con el vecino que siempre apoyó o mejor aún, el que no conoce. Profundizan la publicidad política en vez de llamar a las bases para debatir o dejar en claro normatividades generando previsibilidad. Pues, bajo el aval de co-construir las herramientas más horizontales a medida que avanza el tiempo para agilizar nuevas alianza de clases que proporciones los intercambios simbólicos con las organizaciones intermedias des-convencidas del circuito hegemónico.

 

Solo realiza numerosos actos para convencer a los convencidos porque no hay formas de poder convocar a los pocos convencidos o semi-convencidos por años de homogeneización de práctica. Que escala con la interna justicialista de ambos peronismos dominantes y también por la despolitización generalizada de las condiciones objetivas nacionales. Los numerosos actos pareciera que todos tienen una dependencia directa e indirecta con algún dirigente de la política estatal, profundizando la monogamia interpretativa corazón de la crisis analítica.

 

De esta manera la geometría analítica en la ciudad, se aferra a su pulmón que es la única imagen que puede articular los votos plebeyos de la ciudad que es el propio intendente. Este generó el dispositivo en esta elección, de impulsar a su principal aliada para la proyección de un nuevo contrato tácito para el comienzo de nombrar lo innombrable, de justificar lo injustificable y de dar respuestas automáticas y sistemicas a través del discurso extraordinario. Pero la derrota, le mostro que el ajedrez es más movedizo.

 

Aún hay que esperar el recuento definitivo como así también las roscas internas de los frente políticos de cuanta probabilidades cuenta la actual legisladora para continuar proyectarse esta vez como Diputada Nacional. Necesita de la renuncia de la 2 y 4 de la lista y del toma y daka del nuevo gabinete del gobernador.

 

De todas maneras, la derrota aplastante detonó la moralidad postelectoral evidencio la analitica conservadora como autoconsumo, silenciada y nutralizada por los proveedores ideológicos, reduciendola en saludos ceremoniales al ritual de la gobernabilidad.

 

Fuente: Foto Nuevo Día
Fuente: Foto Villa María Vivo

 

Crisis de clasificaciones en el peronismo dominante

 

La respuesta de encontrar los códigos analíticos que logren articular desde el arte de lo político y un método de poder determinado la clasificación de un sentido común de lo político con el imaginario social. Su asociación es clave pero necesita intermediarios solidarios e soberanos para concretar alianzas de clases vertebradas por las relaciones territoriales. No hay lugar para la publicidad politíca ni la homgenización de prácticas, ni tampoco formular infomración para luego autoconsumirla.

 

La crisis analítica (reforzada por las maniobras cortoplacista) que atraviesa ambos peronismo dominante, su caldo de cultivo nace en el modelo cordobesista oficial que arrastra nuevos alumnos como lo es el actual intendente. Que en el último informe de gestión fue todo un ritual para levantar el ánimo tras la dura derrota electoral por parte de la líneas ortodoxas. Revitalizando la política pública de viviendas como sentido de producción y circulación de significados innovadores ante la imprevisibilidad luego de la derrota. 

 

La estrategia municipalista intenta recomponer su vínculo con la comunidad con una gestión que se inicia previamente como son el edificio cerca de la Terminal de Ómnibus y los más de 600 lotes, ambos del PROCREAR (1). El primero durante su gestión sus concejales en el momento interpelaron la aprobación en conjunto con un pronunciamiento por la legisladora V. Navarro por falta de ciertos cumplimientos (2), ahora pareciera que se convertiría en uno de los caballos de batalla.

 

Lo particular es que pareciera que no lo va terminar el propio Estado municipal, sino más bien mediante una articulación público-privada; por lo que la última etapa estaría a cargo de otros actores. Pero hay un dato, que contrasta el relato, entre lo vivido y lo percibido; en los primeros 10 años de gestión justicialista la obra “Una nueva ciudad, un nuevo tiempo” detalla que se construyeron 920 viviendas (3) con todo un aparato estatal articulando varios niveles ¿Ahora van por casi 700 en menos de dos años? ¿Se trata de un nuevo modo de reapropiarse del discurso social?

 

Supongo que resulta imposible de igualar; de lo que para mí fue el éxtasis de la entrega de las 400 viviendas en el 2009 con la presencia de la ex presidenta como alta expresión de la política del primario circuito hegemónico. ¿Ahora se trata de repetir un mensaje estratégico con un número mucho menor de lo que queda de la gestión? ¿En donde el Estado parece ser un intermediario? Ahora si la respuesta publicitaria y el marketing político siguen organizando la circularidad de sentido de clasificaciónes tras la falta de un mensaje estratégico. 

 

Teniendo en cuenta que la propuesta no nace del centro del peronismo dominante, sino de concejales vinculados a D. Capitani. Ya empiezan a emerger de forma lenta y discreta los nuevos actores de amplitud de alianzas de clases que proponen previsibilidad ante una problemática necesaria. Ya que no logra dejar un mensaje estratégico que supo tener años anteriores, por lo que requieren de seguir institucionalizando el gran PROMUEVA descentralizado.

 

La urbanidad que propone el actual intendente con las obras gestionadas durante el gobierno de A. Fernadez, podría convertirse en el insumo para formalizar un mensaje estratégico desde la percepción, por ende la ratificación de que necesita de una vez más de un gobierno de origen peronista nacional para solidificar el sentido común del porvenir. Está muy evidente la crisis analítica que empuja a un desborde del objetivismo del peronismo dominante -tarde o temprano- por crisis identitarias. Que no logran pegar el salto a contradicciones colaborativas en especial sus capas liberales dentro del peronismo provincial, arrastrando al resto de los peronismo regionales.

 

De esta forma los circuitos hegemónicos provincial y local la única propuesta es la siembra de formas de codificar la realidad con los relatos dominantes y simples para licuar tensiones externas e internas operadas directas o indirectas por las relaciones estatales. En vez de asumir ambos procesos la crisis de clasificaciones para comenzar ampliar los procesos de socialización; en particular su versiones más ortodoxas, no logran sedimentar una indumentaria orgánica (J. Schiaretti- V. Navarro) para una ampliación de sentido común, alianza de clases e imaginario social. 

 

A mi parecer ya confundido por dos hechos; por un lado 1) la micropolítica de contar con dispositivos de la industria electoral para frenar la crisis de oficialismo por la "despolitización" agudizado por las relaciones algorítmicas y "descreimiento" por falta pedagogía política dentro de sus movimientos sociales. Por el otro, avanza 2) la macro-política que impone una clasificación del mundo de hacer campaña con el "nuevo paradigma de ajuste económico brutal" que propone el gobierno nacional como trabajo de acumulación en lo ideológico. Siendo, este fino en lo digital y abierto en lo valorativo frente a las distintas burocracias que no han construido comunidades organizadas. 

 

De un lado y del otro, la interpretación dominante está acechada por el nuevo relato de individualización en las relaciones socio-culturales de nuestra vida cotidiana con actores en los niveles de rutina institucional y geopolítica. Por si algo faltaba, este entramado neoconservador no está solo, y tiene particularidades a diferencia de la gestión de M. Macri, tienen un apoyo explícito de D. Trump y cuenta con intelectuales propios  Además de que capitaliza una derecha orgánica en lo cultural, ahora se muestra con intenciones de ser solidaria en lo electoral para con ellos mismo.

 

¿Acompañar a quienes acompañan? Los dilemas del nuevo accastellismo

 

Para cerrar con el ánimo de abrir el debate, y dejar en claro que el actual orden histórico y sociopolítico que nos toca atravesar es complejo, por eso me empuja a reflexionar en el ámbito de comunicación y política. Que aprendí con el historiador local Ruben Ruedi en conocer y tratar de interpretar de forma crítica las relaciones de dominación locales para una búsqueda de respuestas transitorias o definitivas. 

 

Desde mi punto de vista ofrezco uno de mis interrogantes acerca del orden político vigente local  ¿Ahora el nuevo periodo del accastellismo va acompañar a quienes acompañan? seguido de ¿estamos presenciando ya el circuito de la vieja sociedad post-De La Sota/Schiaretti? Tanto el eslogan como el sistema de oposición entre la hija del difunto gobernador con el exgobernador se presentan para analizar minuciosamente. Pero me atrevo a brindar mis conjeturas.

 

El mismo jefe político del nuevo accastellismo desde comienzos de la gestión y profundizado por su candidata continuaron la formativa discursiva. Ahora teniendo la respuesta de más de 35 mil votos, que no apoyaron ni revalidaron la gestión municipal, solo 11.108 apoyaron al debilitado plan V, asi es como ahora para la nuevas previsibilidades surgen alternativas periféricas de la ortodoxia como el plan B (M. Bovo) o el plan JP (Juan Pablo Inglese).

 

Ante un panorama abierto en la estructura de oposición interna y externa; aparece el emergente actor heterodoxo público que denominó el Plan SOS (M. Sosa), el concejal de UNIENDO es de origen peronista pero institucionaliza un espíritu vecinalista para el próximo combate electoral local. 

 

Mientras otro actor heterodoxo es el gilismo despersonalizado que no se logró disciplinar -al nuevo accastelismo- ante la ausencia y retiro táctico de su jefe político, acompañando a la candidata que busca armar el nuevo delasotismo en esta última elección. Que ya tuvo su pre calentamiento sin la presencia estratégica de sus arquitecto principal que para mi era heterodoxo privado. Y que puede contar con brazos disuasivos que tampoco se mostraron y a la vez puede disponer -pero con autonomía propia- de un brazo persuasivo con mucha proyección como es L. Negretti.

 

De esta forma, la figura de Natalia De La Sota, y su juego de abrirse institucionalizó: imagen, relato y nuevo esquemas de alianzas tácticas, pero que aún no terminan de condensar en actos estratégicos ya que la actual Diputada Nacional no va implosionar al cordobesismo oficial. Sino apunta a su versión más ortodoxa dentro del cordobesismo oficial; el schiarettismo. Por ende, todo lo que se aproxime a darle abastecimiento, operatividad y logística en lugares sensible, por lo que nuestra ciudad no esta ajena.

 

La líder de Defendamos Córdoba no sólo frenó la estrategia cualitativa de Provincia Unidas de sumar a D. Mondino como segunda de lista ante su emergencia con fuerte relato identitario como clasificación de su visión. También perjudicó en lo cuantitativo al propio líder ortodoxo del cordobesismo. Ya que sus votos lo alejaron aún más del candidato libertario, empeorando su performance de pre-presidenciable cuando la campaña de rumor era inversa 15 días. Pero aparece otro plano cuantitativo, al votante peronista le resultará difícil votar al cordobesismo sin el apellido De La Sota. 

 

Sin dejar de lado, lo ideológico ya se empieza a observar una clasificación del mundo por el lado de lo heterodoxos (cordobesismo original y extraoficial) la disfuncionalidad de las sociedades estratégicas schiarettistas. Siempre perdieron elecciones desde las primeras crisis del anglocismo que abría la puerta de que el peronismo de Córdoba podría ganar las elecciones erosionado por los efectos del neoliberalismo de menemismo.

Todo digitado por el ministro de economía cordobés D. Cavallo, con pretensiones electorales en su provincia, su caballo de troya, el actual líder de Provincias Unidas. Primero con un viejo aliado de O. Gonzalez y su esposa A. Vigo, los resultados fueron derrotas en 1993, 1997, 2009, 2017, 2021 y ahora 2025. 

 

Reflexión final

 

La derrota del cordobesismo no es solo un resultado electoral: es el síntoma visible de una problemática estructural. Cuando un proyecto político pierde su capacidad de leer el presente y se aferra a sus rituales de poder, se vuelve espectador de su propia crisis. Córdoba fue, durante años, el laboratorio donde se ensayó un modelo de modernización con orden fiscal y obra pública; hoy ese modelo muestra su límite cuando la política deja de interpelar a la ciudadanía y se vuelve gestión de sí misma.

 

El schiarettismo, en su intento de sobrevivir al cambio de época, enfrenta un dilema entre su relato de eficiencia y la necesidad de volver a construir sentido colectivo. El nuevo accastellismo, que es el interlocutor local de esa matriz, debe preguntarse si quiere seguir administrando la inercia analítica o reimaginar una política de proximidad que recupere la confianza. La irrupción libertaria no fue solo un voto de bronca: fue una demanda de autenticidad y participación que la dirigencia tradicional desoye hace años, y a último momento busca recuperarse sin poder torcer la polarización electoral que operan crecientemente en estas elecciones intermedias.

 

En Villa María el plan V, retoma una nueva dirección para seguir continuando por el nuevo contrato extraordinario de cara al 2027, sufrió un revés pero no está trunco, sería demasiado dramático si significaría el fin del peronismo dominante. El proceso hegemónico local tiene demasiada experiencia política y muchas elecciones ganadas y pérdidas, su recuperación es inminente en lo simbólico, pero no es contundente en lo material por la falta de un vértice concreto.

 

Una de sus política más magnéticas lo deja en claro, que requiere de operar la percepción para ordenar, como el proyecto “VM Piensa y Propone”; es y no es a la vez institucionalizando la suerte como aparato de ascenso. A veces reflexiono que dicho instrumento de participación parece una antesala del destino del peronismo dominante de la ciudad y provincia.

 

Pronunciar un cierre de ciclo, no está ni cerca ni lejos porque las estrategias de poder no terminan con una elección, sino con el cese de la batalla cultural. El desafío del peronismo dominante es abandonar la comodidad del diagnóstico perceptivo, asumir la incomodidad de la transformación vivencial y darse el tiempo para las evaluaciones comunitarias. Porque el poder que no se actualiza se disuelve, y las sociedades siempre encuentran nuevos lenguajes para clasificar su futuro.

 


Fuentes:

 

https://resultados.elecciones.gob.ar/resultados/0/5993/70 


P. Bourdieu (1985) ¿Qué significa hablar?


Rubén Rüedi (2016) Historia de Villa María


https://www.youtube.com/watch?v=PrZP-mONkBQ 


1 https://www.villamaria.gob.ar/novedades/2025/10/16/viviendas-accastello-anuncio-la-compra-del-ex-edificio-procrear-por-parte-del-municipio 

 

2 https://www.eldiariocba.com.ar/locales/2022/10/15/somos-acusa-alianza-de-gill-el-pro-para-entregar-patrimonio-82226.html 

 


3 “Una nueva ciudad, un nuevo tiempo” Villa Maria 1999-2009. Realizaciones y proyectos del gobierno justicialista.

 

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