El equilibrio ¿imposible?: Santilli entre Milei, Macri y los gobernadores

El gobierno nacional ensaya una nueva arquitectura del poder donde se mezclan herencias menemistas, cuadros del PRO y la impronta libertaria. La designación de Diego Santilli en el Ministerio del Interior busca otorgarle rostro político y equilibrio institucional a un proyecto que combina ajuste económico, pragmatismo parlamentario y nostalgia de poder. Entre la disciplina financiera, la negociación con los gobernadores y la reconfiguración del macrismo, el mileísmo intenta construir su propia hegemonía cultural y electoral de cara al futuro.

 

El gobierno nacional tras el triunfo de las elecciones intermedias 2025 rearma a su gabinete con una señal clara para la construcción de un nuevo vértice de poder. El ministro de relaciones internacionales G. Werthein relacionado a JP Morgan, M. Adorni como Jefe de Gabinete como señal contundente para el núcleo duro. Y Diego Santilli para el pan-macrismo que opera en las geografía parlamentarias y gubernamentales. 

 


El 13 de febrero del 2024, tras el fracaso del primer intento de la Ley Base, escribí LO QUE DEJO LA LEY ÓMNIBUS para varias revistas nacionales e internacionales, uno de mis primeras reflexiones acerca de la vida del valor de cambio y de uso de la estrategia libertaria. Así es como ya el gobierno nacional apunta hacia un Plan B con la presencial D. Santilli por elección que también puede tener algo de resaca del plan A en su fase agónica como detallé. El gobierno libertario tiene una estrategia de poder clara e identidad sociopolítica contundente pero aún no tienen todo ordenado para realizar la síntesis que lo catapulte a la reelección.

 


Heredar el menemismo: linaje, fútbol y negocios en la política argentina

 


Es importante detallar, que el actual ministro de interior es hijo de Hugo Santilli, un empresario de la construcción de origen peronista quién supo llevar a River Plate a lo más alto del fútbol en los '80. Se podría decir unos de los verdaderos arquitectos de la burguesía nacional contemporánea, fútbol y política. Luego en los noventa con C. Menem fue funcionario del Banco Nación, hasta que promovió a su hijo para que integre el equipo de Palito R. Ortega. 

 


La cartera del ministerio de desarrollo social del ex cantante era mostrarle a la sociedad un nuevo pre-contrato electoral de cara al 1999, de humanidad en base de política social focalizada. Ya en esos años de 1997-98, el menemismo comenzaba a sentir (ya no a deducir) los efectos del neoliberalismo: en la desocupación, recesión e impactos financieros. El cantante navegaba entre una interna abierta con un D. Cavallo que operaba con el establiments para su presidencia y una interna cerrada con E. Duhalde construida desde su aparato bonaerense.

 


“Entre el PRO y la nostalgia del poder: Santilli y el arte del equilibrio

 


Ahora D. Santilli, al igual que el menemismo tardío de R. Ortega viene a recitar un dinamismo a un nuevo proceso con los gobernadores y el parlamento para tratar de cerrar por lo menos los dos años que tanto se le complican a los gobiernos de origen no peronista. No es un macrista puro pero tampoco es un impuro dentro del macrismo, es decir, hay facciones internas que quieren la pasividad dentro del PRO de su fundador M. Macri como H. Larreta (hoy fuera) o M. E. Vidal. Pero también hay otros que son del riñón duro como F. Andreis, Lopenatto, G. Dietrich y J. Macri. En este caso dentro del equilibro de la estrategia partidaria D. Santilli junto a C. Ritondo se mantienen pragmáticos dependiendo de la coyuntura sin sacar los pies del partido roskeando con parte del peronismo no-K o autodenominado repúblicano.

 


De la misma manera lo eran F. Sturzenegger, un pragmático en cuanto a las alianzas de clases financieras y P. Bullrich mediante los relatos de odio como siembra de su derecha revolucionaria. Esta última era presidente del P.R.O. durante su candidatura presidencial, hasta que el socio fundador (M. Macri) ordenó la estrategia partidaria para luego tratar de ordenar el parlamento por lo menos interlocutores en sintonia con C. Ritondo, que tras su aliado N. Grindetti pudo poner el número 2 de la AFI tuvo dificultades para el equilibrio partidario.

 

Ahora al ex-pte de la nación M. Macri tiene la experiencia de que el tiempo físico no alcanzó 2023-2025 pero deberia suponer que sí, 2025-2027. El tema que el gobierno nacional rearma su estrategia de poder con un actor clave para neutralizar en lo parlamentario a su ahora minoría intensa, estaban todas las condiciones dadas para la presidencia de C. Ritondo en la HCDN.  Pero con esta decisión de ocupar el ministerio del interior podría tomar otra dirección la coalición parlamentaria que otorgue estabilidad estratégica al gobierno nacional. 

 


El dilema ahora lo tiene el jefe ideológico del P.R.O. que cada día pierde en ámbito de lo valorativo y concepción de la economía con el milésimo, y no se puede des-obviar la pierdida de un Diputado Nacional pero también invitan a reflexionar de no tener la suficiente conducción en los restante. El PRO cuenta en el próximo periodo con 14 diputados (1) y en la cámara baja 6 (2), la estrategia del macrismo original será acoplarse a la esfera presidencialista por lo menos para la foto, como lo hicieron hace pocos día D. Trump y Xi Jinping para distribuir señales de gobernabilidad.

 

Fuente: Foto ¡Profesional
Fuente: Foto Canal Abierto

 

“Del menemismo tardío al mileísmo bisagra cultural”

 


D. Santilli, al asumir el ministerio del interior legalizó el menemismo tardío de J. Milei en lo cultural y económico pero renovado en lo jurídico, administrativo y un nuevo paradigma sociopolítico. Todo en pos de configurar una antropología electoral consciente, preconsciente e inconsciente libertaria con una fuerte narrativa digital y generacional.

 


Al igual que el cantante, D. Santilli viene darle un rostro más humano y social a la cartera con las truncas conversaciones con los gobernadores dejándolo en el pasado. Para edificar un sentido común de lo político innovador sin perder la dirección de ajuste económico, fortalecer nuevas alianzas de clases donde operan jugadores ex-pro absorbidos por Provincias Unidas o PRO in-orgánicos, provocando como escenario máximo un desplazamiento dentro la aritmética parlamentaria y geometría gubernamental; como escenario minimo provocar una lógica de probabilidades mediate la semántica; mientras el escenario más probable sea un intermedio entre la lógica cualitativa (operaciones de unidad por momentos) y el álgebra cuantitativa (coincidencia en algunas leyes).

 


Comprender, que la incorporación del ex vicejefe de gabinete de H. Larreta, es solo una señal mecanicista del P.E.N., es ser inocente. Así se presentó, el actual ministro de ser un eslabón de cuestión técnicas para mecanizar las relaciones administrativas y políticas del parlamento-gobernadores. Teniendo en cuenta que P. Bullrich podría ser la jefa de la bancada del oficialismo o interbloque en la cámara baja y posiblemente a C. Ritondo en diputados del interbloque, si es que ya se desprendió de las intenciones de ser presidente del HCDN.  Vale detallar a R. Frigerio, como potencial cabeza de la liga de gobernadores, un interlocutor que puede detonar la geografía pampeana como centro de flotación de la dirigencia de Provincias Unidas.

 


Otro punto dentro de la trigonometría del poder, la incorporación busca incomodar al universo pan peronista ya que este es el adversario principal y publicó, el efecto tiene triple acción; por un lado unilateral para arrebatarle la prov. de Buenos Aires o que llegue condicionada. No solo quitarle la capacidad de agenda parlamentaria al peronismo sino ir por sus centro de abastecimiento político; tampoco queda afuera Formosa.

 

Desde el punto de vista lateral, intenta domesticar a la línea albertista que quedó dentro del gobierno nacional y seducir a los gobernadores peronista híbridos como G. sáenz, A. Weretilneck, E. Jali, O. Jaldo, entre otros. Mientras por la línea colateral ir por los dirigentes moderados que proveen relaciones territoriales con los desencantos de J. Milei y CFK, sin dejar de lado las redes de apoyo de la burguesía bonaerense afectada por el ciclo económico. También incomodar al massismo y a su líder que son los potenciales cuadros de gestión ante un armado alternativo de cara al 2027. 

 


Reflexión Final

 


El actual escenario político argentino muestra un nuevo proceso de reconfiguración del poder, donde el mileísmo intenta absorber y resignificar las herencias del menemismo y del macrismo, sin romper con sus lógicas estructurales. La incorporación de Diego Santilli al Ministerio del Interior consolida una estrategia de síntesis entre el pragmatismo político y la disciplina económica, que busca estabilizar el frente parlamentario y otorgar legitimidad social a un gobierno aún en construcción. Esta alianza no solo apunta a reorganizar el mapa de poder entre Nación y provincias, sino también a redefinir las identidades políticas tradicionales, desplazando los límites entre lo que fue el PRO, el peronismo residual y el nuevo bloque libertario.

 

El gobierno, al integrar figuras con trayectoria en la gestión y en el establishment, apuesta a una gobernabilidad técnica sustentada en la concentración de decisiones y en la centralización del discurso. En ese marco, D. Santilli emerge como el rostro negociador de un proyecto que, más allá de los gestos de apertura, conserva una racionalidad neoliberal y una lógica de casta. El experimento libertario, en su fase de maduración o Plan B, ensaya un híbrido entre el viejo orden menemista tardío y el nuevo orden neo-macrista. Abriendo el interrogante de imitar la praxis que quiso llevar a cabo en el 2019 Macri con Pichetto, ahora redefinida con una nueva versión 2.0; es decir, gradual en lo político y shock en lo económico.

 

Fuente:


(1) https://www.infobae.com/politica/2025/10/27/quienes-son-los-nuevos-diputados-y-quienes-terminan-su-mandato-el-proximo-10-de-diciembre/


(2) https://www.iprofesional.com/politica/440461-como-quedara-el-senado-las-bancas-que-gano-milei-y-el-retroceso-del-kirchnerismo

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