🥬 Los alimentos sanos tienen que ser un derecho para todos
La cooperativa TAKU como ejemplo de soberanía alimentaria, economía regional y lucha desde abajo. Desde Capilla del Monte, la Cooperativa articula producción, inclusión, redes solidarias y una fuerte crítica al modelo económico vigente. En esta nota, Vértices recupera las palabras de Omar Grillo,integrante de la cooperativa y referente del Movimiento Popular La Dignidad, no solo para actuar una forma diferente de circuito económico social alimentario sino también para pensar otra forma de hacer política.
Autor
Editorial
Compartir:
Fuente: Foto Gentileza de Omar Grillo
🌾 Recuperar lo que destruyó el modelo de Martínez de Hoz
“La TAKU nace en el marco de un trabajo que venimos realizando ya desde hace varios años, con el objetivo de recuperar la lógica de desarrollo de la economía local-regional.”
Así comienza Omar Grillo a relatar una historia que no es solo productiva, sino política. La Cooperativa TAKU de Trabajo surgió como respuesta concreta a un despojo histórico: la destrucción sistemática de las economías regionales por parte del proyecto oligárquico iniciado durante la dictadura y profundizado con cada ciclo neoliberal.
“Se modificó un sistema que existía de autoabastecimiento, con mercados locales, por la lógica de supermercado. Esa aspiradora de dinero extrae recursos y los lleva a la timba financiera.”
Lo que antes era un circuito corto entre productor y comunidad, hoy es controlado por grandes cadenas que expulsan, concentran y contaminan. Frente a esto, TAKU plantea otra lógica: producción sin patrón, comercialización directa, y una red de consumo consciente que conecta a territorios distintos bajo la misma bandera.
🛠️ Trabajo sin patrón, economía con dignidad
“La idea fue proponernos un sistema cooperativo, autogestionado, sin patrón, en el recupero de las economías regionales.”
No es un matiz ideológico: es un cambio de raíz. TAKU no se limita a ofrecer empleo, sino a construir una forma de vida donde el trabajo recupere su sentido humano, colectivo, formativo. La mayoría de quienes integran la cooperativa son mujeres y jóvenes, protagonistas de una transformación que no espera permisos.
“Generar empleo joven, formar en saberes que se están perdiendo, reavivar los sistemas productivos que el proceso económico argentino destruyó.”
En cada semilla sembrada hay una apuesta por lo común. Y en cada ronda de toma de decisiones, una pedagogía horizontal que desmonta el verticalismo patronal.
🧵 Redes para resistir la fragmentación
“El desafío es poder consolidar esos equipos de manera humana, consolidar la organización como un principio básico para encarar los procesos que vienen.”
TAKU no es una isla: es un nodo en una red. Producen en Córdoba, pero comercializan con cooperativas de Rosario, Buenos Aires, otras regiones del país y de la misma Córdoba. Desde cafés de algarroba y mistol -procesando la recolección de las familias del noroeste- hasta Fécula de maíz de productores de Paso Viejo y Cruz del Eje y sal de roca cosechada por familias de San José de Las salinas. La diversidad alimentaria se vuelve también diversidad territorial.
“Estamos en un proceso de mucha fragmentación social. Hay que superar el ombliguismo. Más allá de las banderas, nos tiene que unir la bandera del autoabastecimiento y de la soberanía alimentaria.”
La apuesta es clara: redes que vinculen, que contengan, que proyecten. Una política del cuidado que nace en la ronda, se despliega en el territorio y se defiende en la calle.
🥬 Soberanía alimentaria para el pueblo, no para una elite
“La agroecología, los alimentos sanos, no pueden ser pensados para una elite, sino como un derecho para todos.”
No se trata solo de lo que se produce, sino de para quién se produce. TAKU combate la lógica que reserva lo saludable a quienes pueden pagarlo, mientras las mayorías siguen alimentándose de productos ultraprocesados y contaminados.
“Si no, caemos en una realidad donde nuestros pibes siguen comiendo polenta fumigada, harina fumigada, alimentos que no nutren, que envenenan.”
Soberanía es también democratización. Implica que el acceso a lo sano, a lo nutritivo y a lo local deje de ser privilegio y se vuelva norma. Desde la semilla hasta el plato, lo que está en juego es la salud popular.
🚛 Costos, crisis y consumo en picada
“En diciembre del 2023 una bolsa de harina su flete costaba 2.000 pesos de Buenos Aires a Capilla del Monte. Hoy está entre 8.000 a 10.000. Y el poder adquisitivo no se recuperó.”
El diagnóstico es brutal: la devaluación destruyó los ingresos populares y quebró los circuitos de consumo. En el almacén denominado Buen Vivir (unidad de comercialización del movimiento) lo notan todos los días. Productos que antes se vendían mensualmente ahora duran tres o cuatro meses en la alacena de las familias.
“Eso afecta a todos: a las familias que no pueden consumir y a nosotros, que necesitamos comercializar para sostener la producción y los puestos de trabajo.”
La economía popular no vive del aire. El ajuste mata redes, desarma tramas, impide escalar procesos productivos. En este contexto, sostener una cooperativa es también un acto de resistencia.
🧠 Conciencia de clase, no delegación política desde el movimiento la Dignidad
“Este proceso termina en un gobierno neofascista que idolatra a Margaret Thatcher, a Trump y al poder económico global, con mayoría del voto popular. Eso nos tiene que llamar a la reflexión.”
Omar no esquiva el análisis político. Todo lo contrario desde su organizacion de base el Movimiento Popular La Dignidad Capilla del Monte que dispone de unidades productivas como la cooperativa TAKU, Proyecto Escobas y Almacen del Buen Vivir, abriendo el debate no solo economico social sino tambien politico con otro espacio sociales como merenderos a través de merendarte con acciones como apoyo escolar.
Por lo que la construcción territorial necesita ser también una construcción de conciencia, de clase, de identidad, de lucha. No se trata solo de producir, sino de no entregar lo producido a ningún oportunista con cargos. “Necesitamos organización popular con identidad de clase, que no delegue sus procesos al sistema político burgués.”
La alternativa es presionar. No rogar, no mendigar. Presionar por transformaciones estructurales: por el fin de la ley de entidades financieras de la dictadura, por el no pago de la deuda ilegítima, por una política al servicio de la vida, no del capital.
🍎 Amor, niñez y cuidado comunitario
“Tenemos un merendero en un barrio popular. Se hace apoyo escolar, se acompaña a niñas en situaciones de violencia, se juega al fútbol, se sirven meriendas caseras hechas con amor.”
En tiempos de miseria planificada, cada gesto de amor es también político junto a Claudia que ofrece su casa, su corazón y elabora una riquisimas meriendas. Omar ratifica la solidaridad grupal para realizar distintas actividades con el acompañamiento de los jóvenes y vecinos para poner el cuerpo cuando el Estado se retira.
“Brindamos una escucha, una merienda, un abrazo, una mirada a los ojos. Eso hoy es muy importante.” La lucha no se mide sólo en hectáreas o en kilos producidos. Se mide también en lo humano, en lo sensible, en lo que no cotiza en bolsa.
✊ No bajar los brazos: lucha territorial, organizada y sin concesiones
“El camino de transformación social es posible. La única lucha que se pierde es la que se abandona.”
El mensaje es claro: no hay lugar para la resignación. Lo demuestra el Movimiento la Dignidad de Capilla del Monte Tanto TAKU siguen creciendo, resistiendo, tejiendo desde abajo; ambas generando una simbiosis político social. No entrega su acumulado a ningún “vivo” de la política y no renuncia al horizonte que defiende: un sistema de liberación.
“No creemos en los vivos que de la política hacen un interés personal. Creemos en la política como herramienta de transformación.”
En un país devastado por la especulación, la desregulación y el despojo, experiencias como TAKU encienden una luz y la hoja de ruta del Movimeinto la Dignidad es el camino. No es utopía: es práctica concreta. Y es, también, un llamado a no rendirse.
Fuente: Foto Gentileza de Omar Grillo
Fuente: Foto Gentileza de Omar Grillo
Gilda Ibal, directora de Cáritas Argentina en la Diócesis de Villa María, es mucho más que una referente institucional: es una educadora profundamente comprometida con los sectores más vulnerables de la comunidad. Con una trayectoria que combina formación, organización territorial y trabajo en red, ha sido clave en la construcción de espacios de contención, promoción humana y educación popular. Su liderazgo en el ámbito social y educativo ha dejado huella en múltiples generaciones y continúa siendo un pilar en la lucha por la dignidad y los derechos de quienes más lo necesitan.
Claudia Forni, presidenta de la Unión de Usuarios y Consumidores de Córdoba Capital, repasa en este micro radial los puntos más urgentes que deben tener en cuenta quienes alquilan vivienda tras la derogación de la Ley de Alquileres y la entrada en vigencia del DNU 70/23.
El referente nacional de Inquilinos Agrupados y una de las voces más activas en defensa del derecho a la vivienda, analiza en profundidad el impacto del DNU de Milei, el rol histórico del Estado desde la dictadura hasta hoy, y traza un mapa político y regional del drama habitacional. Con una trayectoria de más de una década en la organización inquilina, advierte: “El mercado decide todo, y el Estado lo habilita".