🌱 Brote Estudiantil: una generación que siembra participación en Humanas
Con compromiso, ternura política y militancia territorial, la agrupación BROTE, integrante del Movimiento de Participación Estudiantil, renovó su conducción en el Centro de Estudiantes del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas de la UNVM. Dialogamos con estudiantes de la nueva comisión directiva, encabezada por Macarena González Achá, para conocer propuestas, emociones y apuestas colectivas. “Queremos que se acerquen, aunque sea con una idea, aunque sea por curiosidad. Cada gesto suma mucho”, afirman.
Autor
Editorial
Compartir:
Semillas de participación, frutos de organización
“Me llamo Felipe y soy parte del Centro de Estudiantes”, dice sin vueltas el flamante secretario de Finanzas, mientras comparte su diagnóstico: “el compromiso que hay es muy bueno”. Con estas palabras, no solo señala una realidad extendida en muchas universidades del país, sino que también destaca el valor de quienes sí se acercan, se comprometen, se interesan.
Durante la campaña, desde BROTE decidieron salir a recorrer las aulas y hablar cara a cara con sus compañerxs. “Tuvimos la decisión de ir a recorrer las aulas para ir a convocar a los chicos que ejercen su derecho a votar”, relata Felipe. “Y tuvimos un lindo compromiso por parte de los profesores también, que estuvieron encantados de que hablemos, interrumpamos esos cinco minutos de clase para poder llevar la noticia”. Ese ida y vuelta con el claustro docente es una muestra de respeto mutuo y de un ejercicio democrático real, anclado en la vida cotidiana.
Un centro que representa, cuida y transforma
Para Ambar Barrera, nueva secretaria de Cultura, la clave está en que “los estudiantes sepan de qué se trata el centro de estudiantes, cuáles son las propuestas que tenemos y que se acerquen a votar”. Aunque la lista fue única, el acto electoral no fue simbólico ni meramente formal. Fue una oportunidad para reafirmar la vigencia del centro y su rol transformador.
“Es la representación estudiantil dentro, en este caso, del claustro de Humanas”, agrega Ambar con claridad. “Y es el órgano que tiene como principal objetivo ejercer los derechos de los estudiantes en todas sus formas y en todas sus medidas”. Esa definición no es un eslogan vacío: para quienes integran BROTE, representar no es reemplazar, sino potenciar la voz colectiva.
Propuestas con raíces, colores y muchas alas
Consultadxs sobre las propuestas que llevarán adelante en este nuevo período, la agrupación no dudó en reafirmar sus banderas históricas: “vamos a mantener, como siempre se ha hecho en Brote, la lucha por la equidad de género, los derechos humanos y la inclusión de disidencias y raíces culturales”. Así lo expresó con convicción Amparo Gutiérrez Solís, secretaria gremial académica.
Pero no se quedan en los principios: también hablan de prácticas concretas. “Se fomenta mucho la cultura estudiantil con eventos, peñas, cines debate y otro tipo de actividades que se pueden ir sumando con otras propuestas nuevas”, explican. Y agregan: “La intención es que se acerquen, que den ideas. Cualquier cosa es recibida, nadie va a ser rechazado”. La apuesta está clara: crear un centro de estudiantes vivo, dinámico, que escuche, abrace y construya comunidad.
Un equipo con identidad, compromiso y ternura
La nueva comisión directiva está integrada por un grupo diverso, con trayectorias propias, que decidió asumir la responsabilidad de sostener este espacio colectivo. La presidencia estará a cargo de Macarena González Achá, acompañada por Ismael Varas en la Secretaría General. En Finanzas, Felipe Ponferrada; en Cultura, Ambar Barrera; en Comunicación, Jade Gómez Díaz; y en Género, Disidencias y Derechos Humanos, Joaquina Rivera.
A su vez, se suman como suplencias María Eugenia Quinteros (gremial académica), Sofía Palacios (cultura y deporte), Julia Garro Aguilar (comunicación) y Yaco Botello (género y DDHH). Este armado no es solo técnico, es político: “No es obligatorio que pertenezcan formalmente. Con que se acerquen, sean parte de una forma colectiva o mínima, es un grano de arena muy grande para nosotros”, explican. Esa idea de militancia horizontal y afectiva atraviesa todo el relato.
El centro como refugio y como trinchera
“No se les va a prohibir la participación a nadie”, remarcan, desarmando prejuicios y abriendo puertas. “Total, cualquier cosa es recibida”, insiste Amparo. Hay una pedagogía de la participación que se ejerce en cada conversación, en cada feria, en cada clase interrumpida para invitar a votar.
El mensaje es claro: el centro no es una elite de representantes, es una herramienta colectiva. “No es obligatorio tampoco que yo sí tenga que pertenecer”, repite con tono calmo quien habla, pero deja en claro que pertenecer no es solo estar en la lista, sino estar en la lucha. En ese gesto se juega el corazón de BROTE, una agrupación que no teme a lo pequeño, que valora lo simple y que entiende que la política empieza por mirar al otro a los ojos.
Más que una lista: una comunidad que florece
Lo que se consolida en Humanas no es solo una nueva conducción. Es un modo de hacer política estudiantil. Una militancia afectiva, cercana, sin estridencias pero con mucha firmeza. “A los chicos que les interesa, les gusta participar, hacen preguntas, no se mantienen indiferentes”, dice Felipe con orgullo. Y en esa frase hay toda una ética de la participación: preguntar, escuchar, proponer, construir.
Porque BROTE no es solo una agrupación. Es una forma de estar en la universidad. Es una voz que interpela, una invitación que no se impone, un espacio que abraza.
Desde la Estancia de Yucat, donde sembró comunidad y compromiso, el padre Carlos Diez compartió su mirada sobre la elección del nuevo Papa Leon XIV. Con la claridad que lo caracteriza, reflexionó sobre la paz, la doctrina, y los desafíos de un mundo herido. Sus palabras, entre la fe y la política, son también un testimonio del pensamiento latinoamericano comprometido.
Este texto, realizado por la historiadora villamariense Carolina Benedetto —docente jubilada de nivel secundario, investigadora, pedagoga popular e integrante orgánica de la APDH Villa María—, es ofrecido a Revista Vértices para ser leído en comunidad. Con mirada crítica y sensibilidad pedagógica, la autora propone repensar el relato oficial de la Revolución de Mayo, desarmando mitos fundacionales, revisando exclusiones sociales y analizando las tensiones que marcaron el nacimiento del Estado argentino. Una herramienta para construir memoria colectiva, desde abajo y con compromiso por una sociedad más justa.
El incendio en la sede central de Apross desató una tormenta política y social en Córdoba mientras las llamas no solo destruyeron oficinas sino que expusieron una obra social en crisis, sostenida por quienes menos tienen.