La escalada imparable de los precios de los alimentos desnuda el poder oligopólico de los grandes grupos económicos, condicionando la vida cotidiana de trabajadores y jubilados. Frente al impacto del FMI, los conflictos bélicos y la especulación global, se plantea en Villa María la construcción de un nodo regional de soberanía y seguridad alimentaria, como base para una Empresa Nacional de Alimentos que garantice el acceso a productos saludables, seguros y solidarios para todas las familias argentinas.
Autor
Redacción
Compartir:
Los precios de los alimentos hace años que suben sin pudor a pesar de las regulaciones estatales, haciendo valer su estatus oligopólico y monopólico sobre las decisiones democráticas y republicanas. Quedó a la vista cuál es su comportamiento real durante la situación pandémica y peor aún ante el arribo de los requisitos de ajuste gradual por parte del F.M.I. que repercutirá en los bolsillos de los trabajadores y jubilados condicionando nuestro futuro.
Por si fuera poco, dicha situación se agravará ante el actual frente bélico en la llanura euroasiática, expresándose en una doble ofensiva mediática occidental y comercial global, invisibilizando la disputa entre cuál será la opción mercantil hegemónica si el Mercado de Chicago sostenido por los Estados Unidos o la Nueva Ruta de la Seda llevada a cabo por China y Rusia.
El actual conicto se visualiza a la población en términos nancieros, cientícos, tecnológicos, logísticos, pero crucialmente con la especulación de los precios de los alimentos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de nuestras comunidades. Esta declaración no apoya ninguna intervención militar, todo al contrario creemos en el diálogo y en la política como espacio de reunión para conciliar proyectos que benecien a los y las ciudadanas para reducir desigualdades.
Por eso distintos actores sociales proponemos que Villa María sea uno de los NODOS REGIONALES del interior para la soberanía y seguridad alimentaria, por su ubicación estratégica, por sus políticas públicas inclusivas y por ser el motor en la economía regional, de este modo ser el puente para la formación de la EMPRESA NACIONAL DE ALIMENTOS (E.N.A.) con el n de garantizar la accesibilidad de productos saludables, seguros y solidarios sin poner en juego la mesa de alimentos de calidad, nutritivo y aceptables en cada uno de los hogares cordobeses. En consecuencia, fortaleciendo la economía familiar, local y regional con base en el ahorro ante la especulación generada por reducidos grupos que se aprovechan de su posición en el mercado y del control territorial agroalimentario de un país que produce alimentos para más de 300 millones de personas.
Es así cómo creemos en la rme convicción de que se inicie de forma inmediata mediante el asociativismo municipal las primeras acciones locales y regionales de nuclear a los pequeños y medianos productores de alimentos en conjunto con la formación de sistema de acopio público para su almacenamiento y cuidado. Al mismo tiempo generando nexos con los pequeños y medianos comerciantes, emprendedores, feriantes y las mesas comunitarias con interés barrial, vecinal o gremial para su distribución solidaria y consumo popular.
No podemos perder más tiempo ante la gravedad de la realidad que se aproxima donde prevalecerá la especulación ante la suba de los precios de alimentos en el mercado internacional, provocando aumentos en los precios de los combustibles y energías, por ende repercutido duramente en la economía de cada país. Lo que ocasiona la causa de aumentos de precios tiene sus únicos efectos de elevar los índices de inseguridad alimentaria, con ello el hambre, subnutrición y la pobreza empujando a devaluar la moneda por parte de los gobiernos para mejorar la competitividad de sectores que no están dispuestos a perder, pero sí que su pueblo se hunda en el empobrecimiento.
Ante la emergencia, lo global, necesitamos respuestas locales, por eso la E.N.A. en sus distintos nodos regionales es un espacio de intercambio público reconociendo al ALIMENTO COMO UN DERECHO HUMANO, pero debe estar acompañado con el debate agroalimentario interpelado con instrumentos como la Ley de acceso a la tierra, ley de cinturones verdes, ley de agricultura familiar, respetar la ley de góndola y ley de etiquetado frontal, promover la nacionalización denitiva de hidrovías, profundizar políticas hídricas sustentables, intensicar la regulación del uso de agroquímicos en nuestros suelos, declarar la leche como elemento para la seguridad nacional y elevar los ingresos en la tarjeta Alimentar, todas estas acciones con el único n de proteger la mesa de nuestros compatriotas.
El dirigente Jorge Valinotto el día después el acto eleccionario reconstruye una mirada crítica sobre la política cordobesa y nacional desde la experiencia de un protagonista que transitó la Unión Cívica Radical, acompañó al juecismo y observa hoy el ascenso de nuevas derechas. El relato combina memoria y diagnóstico, entre disputas locales y procesos globales. Se examina la pérdida de identidad del radicalismo, el agotamiento del peronismo como movimiento hegemónico, la emergencia de una oposición real en Villa María con el liderazgo de "Manu" Sosa y las contradicciones del poder provincial entre el corporativismo empresario y falta de control público. La narrativa se amplía hacia un tablero internacional donde el tándem económico de Milei y Caputo intenta consolidar un nuevo orden, mientras la política local busca reencontrarse con la transparencia, la boleta única y la reconstrucción de una ética de lo público.
El dirigente peronista en diálogo con Revista Vértices, analizó los resultados electorales del 26 de octubre y la crisis que atraviesa el justicialismo cordobés. Desde una mirada autocrítica, apuntó contra el cierre del partido, la falta de renovación y la soberbia dirigencial que, según sostiene, llevó al movimiento a su peor derrota en décadas. También reivindicó la figura de Natalia de la Sota como la heredera política y moral de un peronismo que “tiene que volver a abrirse para volver a existir”.
En diálogo con Radio El Diario, el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, trazó un panorama político, económico y social de cara a las próximas elecciones. Con un fuerte respaldo a Juan Schiaretti, llamó a “definir adentro las diferencias del peronismo” y advirtió que el modelo libertario “profundiza la insensibilidad social y el ahogo al interior”.
Desde la gestión local, destacó la creación del sistema municipal de medicamentos con receta electrónica, los 32 frentes de obra, la descentralización cultural y deportiva, el presupuesto participativo barrial y el relevamiento de discapacidad. “Villa María es humana”, resumió, al reivindicar la política pública como herramienta de equidad y desarrollo.