El cooperativismo ha sido un pilar histórico y económico en Argentina y otros países, sin embargo, enfrenta un profundo desconocimiento. A pesar de contar con herramientas legales como la Ley 23.427, que destina recursos a la educación y promoción cooperativa, el desconocimiento sobre este modelo sigue en aumento.
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El profesor José Yorg destaca en su análisis que este fenómeno no es exclusivo de Argentina, sino que también se manifiesta en países como Inglaterra, donde, a pesar de que las cooperativas generan más de 165.000 millones de libras y emplean a más de un millón de personas, el 50% de los consumidores desconoce qué significa una empresa cooperativa o mutual. Además, un 42% admite no saber cómo estas organizaciones benefician a sus comunidades.
La raíz del problema radica en la "ignorancia supina", una falta de conocimiento deliberada, generada por la negligencia en aprender o investigar. Este desconocimiento, según Yorg, es un reflejo de la decadencia social y política, y su responsabilidad recae tanto en los gobiernos como en la apatía ciudadana por no exigir una mayor difusión de la educación cooperativa.
En Argentina, el movimiento cooperativo tiene profundas raíces históricas, surgidas con la llegada de inmigrantes europeos a finales del siglo XIX, quienes trajeron consigo prácticas solidarias y organizativas. A pesar de ello, la educación cooperativa no ha sido promovida de manera efectiva en los planes de estudio, lo que ha llevado a una creciente ignorancia sobre su importancia y beneficios.
Las políticas neoliberales han contribuido a este declive. En la década del '90, con la aplicación de estas políticas, la educación cooperativa sufrió un retroceso. Actualmente, la "batalla contracultural" que se libra contra el cooperativismo refuerza esta falta de conocimiento.
El caso de Inglaterra sirve como ejemplo de cómo revertir esta tendencia. En ese país, se ha propuesto incluir la enseñanza del cooperativismo en el currículo escolar, reconociendo que el conocimiento es clave para fortalecer el sector y construir una economía más inclusiva y sostenible.
Para Argentina, es urgente la implementación efectiva de leyes como la 23.427 y la generación de estadísticas confiables sobre el nivel de conocimiento cooperativo en la población. Solo a través de una alfabetización cooperativa real y efectiva se podrá fomentar un modelo económico basado en la solidaridad, la autogestión y la equidad.
Este jueves 31 de julio, el legislador provincial socialista Matías Chamorro presentará en Villa María una agenda legislativa centrada en la jerarquización del Trabajo Social y el impulso a la economía social. La jornada incluirá visitas a proyectos cooperativos y culminará con un encuentro institucional convocado por el Colegio Profesional de Servicio Social de la Provincia de Córdoba.
Por Bibiana Fulchieri para Revista Acción enclavada entre quebradas, flora nativa y vestigios históricos de valor patrimonial, la Reserva Hídrica Recreativa Los Quebrachitos —ubicada en Unquillo, Córdoba— es mucho más que un pulmón verde: es también un territorio donde la organización colectiva y la perspectiva de género se abren camino a través del cooperativismo. En esta nota, Bibiana Fulchieri narra el encuentro entre autoridades del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y representantes de la flamante Cooperativa de Trabajo Pachaka, integrada por mujeres y disidencias sexuales egresadas de la Tecnicatura en Guardaparques. El reportaje retrata no solo el entramado institucional que hizo posible este proyecto pionero, sino también las tensiones, desafíos y esperanzas de quienes, desde la militancia ambiental, apuestan por una economía solidaria que cuida los bienes comunes y genera trabajo con identidad territorial.
Con una inversión de 20 millones de pesos aportados por la Provincia, se incorporaron medidores de última generación y tecnología para la seguridad laboral. La medida busca responder al crecimiento de la ciudad y fortalecer el sistema de agua y cloacas con herramientas de control, prevención y monitoreo constante.